Conoce la clave para lograr todo lo que te propongas

Autora: Carmen Simé

Mi consejo para los jóvenes solía ser siempre el mismo, les decía  “Llena tu cerebro de conocimientos para que tengas un éxito asegurado…”, pero ahora le añado esta frase “… Y pon en práctica los conocimientos”.

Nos pasamos la vida acumulando conocimientos, en la casa, en la escuela, la universidad, si lo analizamos es posible que tengamos más información en nuestro cerebro de la que necesitamos para tener éxito; entonces ¿Qué sucede que seguimos buscando?  A pesar de tener tantos conocimientos.

Si el conocimiento es la clave para el éxito ¿Qué sucede?

La respuesta es sencilla: “Disciplina constante”, así es mi querida no logramos lo que nos proponemos porque no tenemos la disciplina para poner en práctica los conocimientos aprendidos.

La disciplina constante es la clave para lograr los resultados que deseas y quiero ayudarte a conocerla en este artículo.

¿Qué es la disciplina?

Jim Rohn  a quien escucho con frecuencia y de quien he aprendido la mayoría de estos conceptos la define así: “La Disciplina es el conocimiento humano constante de la necesidad de una acción y un acto consciente nuestro para ejecutar esa acción”.

La disciplina es un arte que necesitamos aprender y dominar, para ello es requerido un esfuerzo humano de forma constante para ejecutar las acciones que nos llevarán al logro de nuestras metas.

Si el conocimiento que adquirimos y la ejecución ocurren casi de inmediato entonces estamos dominando el arte de la disciplina.  Si por el contrario, pasa mucho tiempo entre adquirir conocimiento y ejecutar esa acción, es porque elegimos algo que se llama procrastinación que es lo totalmente opuesto a la disciplina.

De una forma gráfica:  Cuando esa voz interna te dice que hagas la acción, la disciplina dice: hágala ahora, pero la procrastinación dice, puede ser luego.

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Yo le dije en una oportunidad a uno de mis colaboradores: – Debes hacer ese trabajo hoy.  A lo que él me respondió: – Jefa no haga hoy lo que puede hacer mañana.  Me sorprendió con esa respuesta que hasta me reí.  Eso es procrastinación.

Cada uno toma sus propias decisiones, tú puedes recoger los frutos del éxito siendo disciplinada o recogerás los frutos de la procrastinación, de vivir la vida fácil hoy para mañana vivir con la frustración de no haber hecho tu parte.

La disciplina tiene sus enormes recompensas, tendrás un futuro lleno de logros, pero con la falta de disciplina sólo disfrutarás de las pobres recompensas de no salir de tu zona de confort hoy, pero no se comparan con las que obtendremos por ser disciplinadas.

Tres aspectos importantes que debemos considerar sobre la disciplina

1. Aprender a tener una verdadera disciplina no es fácil

La disciplina tiene un precio que todo el mundo puede pagar, pero no a todos les gusta pagarlo.  Porque es mucho más fácil tratar de hacer algo, que hacerlo.  Es más fácil comprar comida preparada que cocinar, es más fácil acostarse tarde y levantarse tarde, es más fácil no arreglar la cama o lavar los platos.  Es mejor no pagar impuestos.

Las cosas más lucrativas de la vida no son fáciles, todos queremos estas cosas, pero no todos estamos dispuestos a pagar el precio.

En fin, siempre habrá una batalla entre la vida fácil y la disciplina con todas sus recompensas.

Ambas tienen su precio y su recompensa.  El precio de la disciplina es fuerte y doloroso hoy, pero la recompensa hace que valga la pena el precio que se paga.

Para el que elige lo fácil hoy con el menor esfuerzo, dejando las cosas para luego, el precio será “el pesar”, cuando sale esa frase de: Ojalá lo hubiese hecho antes.  Pasa lo mismo cuando tienes personas valiosas a tu alrededor y no les muestras tu amor, cuando mueren quisieras tener una segunda oportunidad para decirles lo valiosas que son, pero es muy tarde, no hay otras oportunidades para hacerlo.  Para mi es un precio mucho más alto que el que se paga al ser disciplinados.

2. La disciplina es una actividad a tiempo completo

Si te digo que la disciplina que necesitas para tender la cama todos los días al levantarte es la misma que necesitas para tener éxito en los negocios ¿Me creerías?

Es la misma, porque la disciplina debe ser integral, no aplica sólo para una área de nuestras vidas, sino que debes tener disciplina en todo, de lo contrario la indisciplina ganará, porque es más atractiva en el momento.

Tener disciplina no es más que entrenar nuestra mente para que controle nuestras vidas.  Es una serie de normas que hemos seleccionado como nuestro manual de conducta personal y es nuestra disposición de imponernos los requisitos para seguir esas normas, lo que hará la diferencia.

Si no seguimos esas normas de forma disciplinada, en un momento nos sorprenderemos proclamando esas normas de conducta a toda nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, pero viviendo en una forma opuesta a lo que hemos dicho.  Ojalá no sean nuestros hijos los que nos despierten, porque son crueles.  Perderemos la credibilidad frente a aquellos que observan nuestras inconstancias y nuestra falta de confianza en nosotros mismos.

3. La recompensa de la disciplina

Para cada esfuerzo disciplinado que hacemos hay una recompensa múltiple.  Es como sembrar y cosechar, si sembraste bien en la primavera, en el tiempo de la oportunidad y cuidaste tu siembra de los insectos y del caluroso verano, entonces en octubre tendrás una gran cosecha.  

La ley de la siembra dice que cosecharás más de lo que siembras, cuando mi padre sembraba, veía unas cuantas libras de maíz o de habichuela para sembrar y al final de la cosecha eran toneladas, claro si mi padre sabía cuidar bien la siembra.

No lo olvides, por cada esfuerzo disciplinado recibirás una recompensa múltiple.

¿Quienes necesitan disciplina?

Todos necesitamos disciplina, sino mira los niños cuando no tienen disciplina de pequeños cómo serán de adultos.

Hasta nuestros pensamientos tienen que ser disciplinados, de lo contrario andarán vagando en el infinito.

Necesitamos disciplina constante para cambiar esos hábitos que sabemos que necesitamos cambiar y que seguimos dejando para después, como por ejemplo:

  • Ser puntual
  • Cultivar nuestra vida espiritual
  • Utilizar mejor el tiempo
  • Escribir a un amigo
  • Pagar nuestras facturas a tiempo
  • No tomar dinero prestado
  • Pagar nuestros impuestos
  • Respetar las leyes de tránsito
  • Pagarte a ti primero
  • Aprender cosas nuevas
  • Enseñar lo que has aprendido
  • Y muchas más, haz tu propia lista

Si descuidas cualquier disciplina, tendrás que pagar el precio, si no ahorraste para tu jubilación, prepárate a depender de lo que otros quieran darte.  Si adquiriste deudas, paga los intereses y aguanta los cobradores, ese es el precio.

La vida no es un ensayo, es una transmisión en vivo, la falta de disciplina en las cosas pequeñas puede tener un alto costo.

Comienza a tener disciplina en casa, para que se te haga más fácil hacerlo en tu negocio.  La mejor disciplina es la que te impones tú misma y no la que te imponen los demás.  Llegas al trabajo temprano porque de lo contrario no te pagan, respetas las leyes de tránsito porque de lo contrario te ponen un ticket, por qué esperar que otros nos digan cuáles son las cosas correctas si ya lo sabemos.

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¿Cómo quieres que te vean los demás: Como una advertencia o como un ejemplo?

Cuando te ven como advertencia las personas dicen, no voy a hacer lo que hizo ella para que no me pase lo que a ella.

O te gustara que tus hijos y todo el que está a tu alrededor digan, quiero seguir su ejemplo porque su disciplina la llevó donde está hoy.  Yo elijo ser ejemplo ¿Y tú?

 

Un gran abrazo

 

Carmen Simé
Tu guía financiera
www.gestionatusfinanzaspersonales.com

 

Sobre la autora

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