Cómo Se Forma Nuestro Carácter
Autora: Carmen Simé
El carácter con el que enfrentemos las situaciones que pasamos a diario puede hacer una gran diferencia en nuestras vidas, nuestras familias y en nuestro negocio o empleo, por eso quiero compartir contigo algunos conceptos que aprendí en el libro «Las 21 Cualidades Indispensables de un Líder» de John C. Maxwell, he adaptado un poco el lenguaje a nosotras, espero que puedas poner en práctica algunos de estos consejos.
Comencemos entendiendo lo que no es el carácter, yo he escuchado muchas veces a personas decir que tienen un carácter terrible, que siempre han sido así y que no van a cambiar, pero cuando dicen eso lo confunden con temperamento, que no es más que la combinación de rasgos con los cuales nacemos, es decir que podemos heredarlos y muestra nuestras debilidades y fortalezas.
Lo que sí es el carácter es el conjunto de rasgos, cualidades o circunstancias que indican la manera de pensar y actuar de una persona o una colectividad, y por los que se distingue de las demás.
Dicho de una manera sencilla, el carácter de una persona es la manera en la que esta reacciona habitualmente frente a una situación.
El carácter no viene con nosotros al nacer, sino que lo vamos formando, al principio está influenciado por nuestra familia, amigos, sociedad, cultura, etc. Pero luego de una forma consciente tenemos nosotros la responsabilidad de formarlo.
Algunos dicen que el carácter se forma en medio de una crisis, no siempre es así, lo que sí sucede durante una crisis es que se revela nuestro carácter, por la forma en cómo reaccionamos a las adversidades.
John C. Maxwell dice, que en toda adversidad vamos a tener que elegir entre carácter y compromiso, si elegimos el carácter, nos volvemos más fuertes, aunque tomar esa opción resulte en consecuencias negativas.
El dedicar tiempo a formar nuestro carácter es el centro de nuestro desarrollo como seres humanos.
Puntos importantes a considerar sobre el carácter:
El carácter entra en acción
Dicen un dicho que “del dicho al hecho hay mucho trecho.” Una persona puede decir que es íntegro, pero si nunca ha estado expuesto a una situación en la que tenga que demostrarlo, su carácter no ha sido probado, porque la acción es el indicador real del carácter. Jesús dijo que por nuestros frutos nos iban a conocer, cada cosa que hacemos va a determinar quiénes somos, lo que vemos y lo que hacemos.
Si lo que decimos está divorciado de lo que hacemos debemos revisar nuestro carácter y es posible que encontremos el porqué.
Podemos elegir nuestro carácter
Sabemos que no tenemos el control de la mayoría de las circunstancias de nuestras vidas, no podemos elegir la familia donde nacemos, ni siquiera el lugar, pero sí podemos elegir nuestro carácter, por eso debemos preocuparnos cada día en crear, de una forma consciente, el carácter que nos gustaría tener.
Construir nuestro carácter, es un proceso de crecimiento constante, porque se va formando cada vez que tomamos una decisión, dependiendo de qué tan buena sea la decisión, entonces nuestro carácter va a ser fuerte o débil. Por ejemplo, cuando eliges hacer los fácil y no lo correcto, cuando decides ganar dinero fácil a pagar el precio, cuando decidimos mentir a decir la verdad, en fin, cada decisión cuenta en la formación de nuestro carácter.
Lo más importante en este proceso de crecimiento es que podemos vivir en una mejora constante de nuestro carácter, debemos observarnos de forma consciente para darnos cuenta de las áreas de nuestro carácter que necesitan una “alineación y balanceo”.
Cómo mejorar tu carácter
- Identifica las deficiencias que tienes: Piensa en los eventos que han pasado en los últimos dos meses en las principales áreas de tu vida (familia, matrimonio, hijos, trabajo, iglesia, servicio, etc.) reflexiona en aquellos en los que pienses que no has actuado como hubieras querido con alguna persona, toma nota de cada uno de esos eventos.
- Busca patrones de comportamiento que se repitan: Verifica lo que escribiste en el punto anterior e identifica las áreas en las que has tenido el mismo comportamiento. Por ejemplo, si tuviste dos situaciones diferentes y reaccionaste de la misma manera, puede ser que haya algo que debas trabajar en tu carácter en esa área. Tal como te dije anteriormente, lo bueno es que mientras estemos vivos podemos ir haciendo ajustes a nuestro carácter.
- Asume tu responsabilidad: Comienzas a reparar tu carácter justo cuando te haces consciente de tus debilidades, cuando aceptas que te equivocaste, pides disculpas y te haces responsable de tus acciones. Todos en algún momento hemos actuado de forma incorrecta con alguna persona, la recomendación es que hagas una lista de las personas a las que necesitas pedir disculpas por tus acciones, hazlo con sinceridad y que sea pronto. Quizás ellos no recuerden el evento, pero con que tú lo recuerdes es suficiente para tomar acción, sé que esta parte puede ser difícil, pero la liberación que vas a sentir por quitarte ese peso de encima, será una buena recompensa.
- Construye un nuevo futuro: Ya te hiciste responsable y te disculpaste por tu forma de actuar anterior, ahora no querrás repetir esa escena, toca hacer un plan para no cometer los mismos errores del pasado, trabaja en esa área de tu carácter que necesita ser reparada, y la próxima vez elige actuar basada en tu carácter y no permitas que tus emociones te hagan un sabotaje.
Cuando enfrentamos las situaciones del día a día con una buena actitud la vida se hace más ligera, aumenta tu inteligencia emocional y comenzarás a ver que las cosas no eran tan malas como creías.
Espero que estos consejos te ayuden a formar o reparar tu carácter, no basado en lo que te enseñaron tus padres (que puede ser bueno), o lo que dice la sociedad que es correcto, sino basado en tu convicción.
Toma la decisión consciente de formar o desarrollar tu carácter, los demás se van a beneficiar, pero al final quien se llevará la mejor recompensa serás tú.
Un gran abrazo
Carmen Simé
Líder de Travesía Femenyna
Sobre la autora
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